Tempo de pedra

Ramón Area Carracedo

Editorial Canela. Compostela. 222 páginas


“Os mortos e os tolos non somos quen de escribir nada meritorio. Niso coinciden a ciencia e o sentido común”

Friedrich Wilhelm Mette, Kapitän O.S. Santa Ursula



Chus Gómez

Ría de Vigo, final de septiembre empezando octubre…


Moncho Area es psiquiatra en el HP de Conxo en Santiago, desde que consolidó su plaza en el SERGAS hace ya algunos años.


Además es Presidente de la recién constituida AGSM-AEN que para cuando esté Siso esté en vuestras manos, habrá celebrado ya sus primeras Jornadas en Compostela.


Ávido lector, cinéfilo, fumador impenitente, divertido, estudioso, amante del jazz, clínico riguroso, comprometido y sobre todo amigo, son algunos de los piropos que podría dedicarle, a sabiendas que de esta le saco los colores.


Moncho se interesa por todo y su aire romántico, un poco ensoñado, aparentemente de vuelta de algunas esquinas de la vida, sin que sea el betún de los años el motivo, hace de él un tipo entrañablemente fuera de lo común.


Para mí esa es la firma de su estilo. Un tipo de otro tiempo más literario, más humanista, alejado del “experto”; con un deseo de saber que desborda lo médico y que en este asunto de lo humano y lo divino es necesario para ser un buen clínico.


Enmarcado por sus gafas de pasta redondas, pues Moncho nunca será de lentillas…es un tipo transplantado de otro tiempo a éste, siempre enredado en asuntos que ahora quizás por no ser eficientes, eficaces y pragmáticos corren el riesgo de tirarse a la basura. Fundador de la Academia situacionista, en la que el estudio es el eje de los encuentros, es un dinamizador nato.


Sus reflexiones y artículos a lo largo de todos estos años sobre la clínica, recogidos en el Siso desde su época de residente, han ido madurando y su escritura y estilo se han ido perfilando de manera notable, para decantarse en lo mejor fruto de sus miles de lecturas.


De un tiempo a esta parte, Moncho se ha focalizado sobre todo en la atención comunitaria, y en apostar por un modo de hacer con la locura intra y extra muros que siempre nos enriquece y aporta un punto de originalidad, compromiso y honestidad poco frecuente, lo que le convierte por suerte en un rara avis.


Ahora Area edita su primera novela, que no su primer libro.


El primero, Psicopatoloxia do retorno, sobre la emigración, escrito con Xandre Garcia Caballero les valió en su momento el Premio Ramón Piñeiro en el 2006, apuntaban maneras, para ser dos noveles psiquiatras, con mucha carrera por delante.1


Es un honor que Moncho me haya dado la posibilidad de ser una de las primeras lectoras de su novela antes de que fuese editada por Canela para figurar en las estanterías de las librerías en Navidad.



1 Se trata de un premio otorgado por la Secretaría Xeral de Política Lingüística da Xunta de Galicia, a través del Centro Ramón Piñeiro para la Investigación en Humanidades y la Editorial Galaxia con la colaboración de Gas Natural Fenosa. 

En memoria del escritor y filósofo Ramón Piñeiro pretende impulsar las formas de creación y expresión del pensamiento libre y democrático, la precisión y el estilo de la lengua galega, el debate y la reflexión alrededor de temas actuales.





Con ese discreto entusiasmo que le caracteriza cuando habla de lo propio, la mandó en PDF, con una escueta nota: “Chusiña mandoche en PDF a noveliña que escribín por se alguén apetece reseñala para O Siso. A editorial díxome que a sacaria para o Nadal”.


Inmediatamente me puse a leerla, supuse y supuse bien,que no sería una “novelita” como él decía conociéndole. En un par de tardes concluí sus más de 200 páginas empujada por el deseo y la alegría que produce leer la ópera prima de un amigo al que se quiere y con el que se comparten muchas cosas en la vida.


Tenía en contra leer en soporte de libro virtual, cosa que aborrezco, pues me gusta marcar, señalar, manosear y subrayar lo que leo.  


Se trata de una novela de mar y piedra en donde el hilo conductor de la trama te engancha desde el inicio, pues está el suspense del enigma como obertura, basada en un hecho real del psiquiátrico.      

  

¿Qué pinta un capitán alemán llamado Wilhelm Friedrich Mette enterrado en el cementerio del Hospital Psiquiátrico de Conxo? ¿cómo fue a parar allí? No quedaba otra que leer sin descanso, no podía ser de otra manera para saber a qué puerto nos quería llevar el capitán.   

 

Sobre este enigma planea toda la trama en la que el narrador nos presenta a los peculiares protagonistas: un loco, Leopoldo Sandiás y su loquero el Dr. Goeiro y la relación que mantienen…cara y cruz de la misma moneda.


La historia de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial, del comercio en ultramar, de la emigración y una extensa búsqueda y rastreo sobre el Santa Úrsula y toda una serie de pecios y sus conexiones con Galicia son la historia en la que una trama bien argumentada, sugerente y rigurosamente  documentada, en donde el espionaje entre naciones también tiene su peso, se resuelve de manera brillante cosa no fácil, sin perder ni un ápice el ritmo.


Novela llena de novelas como todas, está además escrita en un gallego precioso, ingrediente que añade un plus a su lectura, que espero deje, a muchos lectores con las ganas o con el deseo de aprender galego para disfrutarla.


Señalar que me ha costado reseñarla en castellano, y que tuve mis dudas, pero opté por hacerlo en castellano pensando en la posibilidad, de relanzar en los seducidos por la trama de la novela, la opción de aprender y leerla en nuestra lengua.    

  

Destacar, por destacar algo sin destriparla, los diálogos, de Sandiás y Goeiro todo un tratado del estilo que esa cierta amistad que acaba surgiendo en aquellos en los que su trato se vuelve diario, como son locos y loqueros, que finaliza disolviendo estatus y encuadres normativizados y de lo políticamente correcto, para dar paso que surja más descarnado de lo propio y para el que el saber académico no ayuda mucho, ni saca de líos. Es un diálogo por veces a bâtons rompús que precisa como sabemos su arte.


La acidez, lucidez e ironía cuando no retranca directamente del loco al loquero, las respuestas del “de vuelta” Goeiro…que es una especie de Pepe Carbalho, no dejan a salvo a nadie y arrancan la sonrisa y la risa cómplice en muchas ocasiones.    

 

Esa relación fundamental a su vez sirve, como en las novelas de Montalbán, para hacer un relato y un retrato de la vida en el psiquiátrico, con su encuadre socio político de la época de la época actual y de la pasada.


Nos desliza por la historia del manicomio y sus habitantes, con sus idas y venidas, que siempre parecen las mismas sin importar el lugar y el tiempo…


La novela abarca una parte fundamental de la historia mundial contemporánea, sobre todo de las dos grandes guerras, y sus implicaciones histórico sociológicas como parte del telón de fondo.


Para los que trabajamos con la locura en los manicomios, la novela es la realidad misma…el día a día...podemos identificar e identificarnos con todas y cada una de las situaciones que se relatan…nada queda sin tocar…fiel a la historia y a las historias habituales.


Arranca y concluye un 10 de octubre, simbólico día que a partir de ahora para mi tendrá una lógica de otro afecto.


La inicia Goeiro, subiendo con paso cansado al primer piso del manicomio, donde le esperan sus pacientes y su rutina, mientras hace para sus adentros sus reflexiones sobre esos letreros tan típicos y no se si anacrónicos o intemporales de los manicomios relativos a las normas de la “buena educación” que él salda con un: “en el descanso el surrealismo…en el primer piso el imperialismo…” al respecto de qué cosa…se lo dejo para su lectura.


La concluye el capitán Friedrich Wilhelm Mette, Kapitän O.S. Santa Ursula, muerto y personaje principal que descansa en el cementerio de Conxo desde 1917.


Acompañan a Goeiro y Sandiás, el maestro Piñeiro y Xoana Vazquez Tello, con los que comparte amistad, gusto por saber y si me apuro un poco un ténue olor a amor nunca dicho que como la niebla aparece y de repente se disipa.


Las conversaciones de antiguo alumno y maestro son muy semejantes a las que mantiene con su loco y maestro también Lorenzo Sandiás ilustrado y loco riguroso, esos que a cada uno nos han enseñado sobre la locura.


Las palabras del capitán Mette al final de la novela nos recuerdan que Tempo de pedra es una gran historia que trenza la historia del mar y de la piedra, es Otra historia de la locura que estaba por escribir. Ahora ya está hecha. Enhorabuena Moncho.


“O poeta di que nos días de temporal pódese cheirar o océano na Praza do Obradoiro. Gosto crer que é verdade e, nos días como hoxe, de vento e auga, acordo das Rías e das ondas do Atlántico e dos portos ateigados de xente na América do Sur. Esta brétema que o poeta di que chega a Compostela dende Muros, Vilagarcía ou pode que dende Hamburgo.”


Dice Lamas, por experiencia propia, que desde Muros en los días que sopla el limpio norte se puede ver perfectamente Nueva York.


Moncho se empapa de la niebla de Hamburgo y sus historias cuando cruza el Obradoiro. Quizás también pueda verlo. Es posible. Cuando le vea le preguntaré.